Las distintas fases que forman parte del ciclo biológico de la vid son las siguientes:
Esta fase es considerada como el nacimiento de la vid, tiene lugar en marzo con la llegada de la primavera, momento en el que los primeros brotes comienzan a aparecer, dando lugar al comienzo del ciclo de la vid.
Sucede durante los meses de abril y mayo, con el surgimiento de las primeras hojas. Es un momento clave para la vid, en donde se forman las moléculas de los azúcares y ácidos en las hojas, lo que condicionarán la calidad de la uva, y por tanto del vino.
Durante el mes de mayo se suele realizar la práctica de “espergurar”, en donde se deja exclusivamente los brotes que van a ser necesarios en los pulgares de la poda, para de esta manera favorecer su crecimiento.
A finales de mayo, principios de junio, comienza la floración de la vid. Es el momento en el que aparecen los embriones de las flores, que darán lugar a los granos de las uvas que formarán racimos. Es un momento crítico para la planta, en donde hay que prestar especial atención a las condiciones climatológicas. No es buen momento para la lluvia, siendo sol lo que más necesita para alimentarse y crecer.
La floración condiciona la vendimia, así como el volumen de la cosecha. Si la vid florece pronto, se tendrá una vendimia temprana.
A finales de junio, principios de julio, las flores se van transformando en frutos, de color verde debido a su gran carga de clorofila. En esta fase si se considera que la vid está muy cargada, se procede a realizar lo que se conoce como “vendimia en verde”, consiste en eliminar los racimos que se considera que sobran, favoreciendo así el crecimiento de los racimos que permanecen.
Esta fase sucede durante el verano, es el momento en el que la uva va modificando su color, hasta llegar a su tonalidad final. En el caso de las uvas blancas como la Moscatel, el color pasa del verde al amarillo-dorado. En el caso de las uvas tintas como la Giró, las uvas van adquiriendo un color rosado que poco a poco se va oscureciendo hasta llegar a su tonalidad final.
Cabe destacar que durante el mes de agosto, pensando en la vendimia, se suele realizar otro aclareo para igualar el nivel de maduración de los distintos racimos.
De agosto a octubre tiene lugar la maduración de la uva, cuyo momento álgido coincide con el comienzo de la vendimia, cuando el enólogo considera que está en su punto de maduración óptimo. En esta fase la uva adquiere un sabor más dulce, debido a que durante el proceso de la fotosíntesis los ácidos de las hojas disminuyen, aumentando el contenido en azúcares.
La vendimia es el comienzo del fin del ciclo de la vid, es el momento en el que la uva posee el grado de maduración perfecto, y en el que es retirado de la vid para llevarlo a la bodega y comenzar el proceso de la elaboración del vino.
Suele realizarse entre los meses de septiembre y octubre, es el momento apoteósico de la vid, cuando se recoge lo que se ha cuidado todo el año.
Tras la vendimia con el comienzo del otoño y la llegada del invierno, la vid empieza a entrar en un proceso de parada vegetativa, una fase de letargo que durará hasta marzo. Durante los meses de enero y febrero se realiza la poda, limpiando todos los sarmientos antes de dar comienzo un nuevo ciclo de la vid.
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